Viernes 3 a.m.

Más alla de Charly yo escucho una variedad de artista muy amplia. Dentro de todo lo que he escuchado, pocas canciones me han movido tanto el piso como esta. Es de esas letras que lo hacen a uno estremecer como si estuviera compenetrado con una película. Pedrito Aznar una vez confesó que la primera vez que ensayó este tema con Serú Girán, terminó llorando, como varios de las personas que asistían a los músicos. Es entendible.

La fiebre de un sábado azul
y un domingo sin tristezas.
Esquivas a tu corazón
y destrozas tu cabeza.
Y en tu voz sólo un pálido adiós.
Y el reloj en tu puño marcó
las tres.

El sueño de un sol y de un mar
y una vida peligrosa
cambiando lo amargo por miel
y la gris ciudad por rosa,
te hace bien, tanto como hace mal.
Te hace odiar, tanto como querer
y más.

Cambiaste de tiempo y de amor,
de música y de ideas.
Cambiaste de sexo y de Dios,
de color y de frontera.
Pero en sí, nada más cambiará
y un sensual abandono vendrá
y el fin.

Y llevas el caño a tu sien
apretando bien las muelas.
Y cierras los ojos y ves
todo el mar en primavera.
Banng, bang, bang, hojas muertas que caen.
Siempre igual, los que no pueden más,
se van.